A la huérfana Anya le gustan los pájaros, conejos y ardillas y tiene un corazón amable. Ella vive con una anciana que tiene una hija tacaña. Las dos a menudo dan a Anya momentos duros, diciendo cosas desagradables.<br>Sobre la Nochevieja, la anciana y la hija van a la ciudad para hacer compras vestidas elegantemente, después de ordenar a Anya que consiga leña. Temblando en el frío, Anya recoge la leña en el bosque cuando ella se encuentra a un soldado barbudo. Él se ofrece ayudar a Anya, al compadecerse de ella. El soldado está en el bosque para conseguir un abeto para decorar el pasillo del palacio, cumpliendo una orden de la Reina. Anya le enseña el mejor abeto del bosque en gratitud. El abeto complace a la Reina muchísimo. Pero la egoísta Reina insiste que quiere flores galanthus sobre la mesa para la fiesta del Año nuevo.